jueves, 7 de mayo de 2015

Juntando fierros pro Trailer

La primera idea era comprar un colectivo viejo para utilizar el chasis y las ruedas. por la zona en ese momento no conseguí nada que se le parezca. así que el plan "B" fue conseguir solo el chasis de camión y comprar mazas y ruedas por separado. Recorrí los lugares donde podían tener y llegue a un taller donde reparan maquinarias pesadas. Tenía un chasis y otros pedazos, arreglamos por $600 el chasis de un camión, cargamos ese y la mitad de otro. Cuando le voy a pagar a la semana, me pregunta si estaba contento con lo que había llevado, le respondí que me parecía bien, insitió en la misma pregunta, asentí con un poco mas de ganas que creía que me iba a servir y zas... a continuación el precio había saltado a 1.600... Le dije que como había llevado un chasis y medio por lo cual yo calculaba que serían 900 y que no disponía de más. Idas y vueltas y le deje 1000 y nunca mas lo fui a ver.
Entre tantas fotos de trailer de varadero que vi, la conclusión de armar un tipo triciclo con duales sin eje era la mas atinada en su momento. Compré 6 mazas tipo agraria, el vendedor me aseguraba que estaban calculadas para 1.5 tn, cada una; por lo cual me garantizaba que podría soportar 9 tn. repartidas en las seis ruedas, cálculo sobrado por las dudas... Manos a la obra....

Proyecto de Trailer.

El Lewta tiene 30 pies de eslora por casi tres de manga, pesa como una vaca muerta y gorda (alrededor de 7 tn). Decidí tomar como base para la construcción un trapecio de 6 metros de largo por 1 de frente y 1,8 al contrafrente. Para que queden simétricos a partir de lo que sería la línea de crujía, dibujamos la plantilla en la tierra y marcamos la linea media con el hilo que se ve, problema resuelto por Miriam y sus conocimientos de arquitectura. Soldar ese primer cuadrante parecía pan comido, pero la realidad marcaba que los largueros estaban reforzados y no coincidían mucho en altura. lo hice lo mejor posible, cosa que dista de lo ideal.


                                                                         Vista del frente                                Emparejando con la
                                                                                                                                herramienta universal

Un pequeño detalle era que nunca había visto el velero fuera del agua ni visto otro Wibo, esta situación daba para que hiciera trabajar mucho la imaginación acerca de cuales serían sus medidas reales. Si había tratado de hacer escalas sacando medidas en fotos que baje de internet.
mientras tanto iba preparando el tren de rodaje. Rejunte de ruedas y medidas, parches como para hacer dulce pero junte las seis ruedas.
Armar los pares de ruedas no resulto difícil. Difícil era saber si aguantarían!!!



Para armar los pares de ruedas, desarmé las puntas de ejes, le hice un rebaje cónico y a continuación soldé rellenando y adicionando un hierro angulo grueso por debajo. Para las ruedas de atrás, soldé el eje sobre un hierro "U" grueso y ese es el que iría soldado al chasis, con el tren de adelante hice algo similar pero soldando unos refuerzos entre el eje y el hierro de pivot. Este hierro era muy grueso y pesado, comprado en un chatarrero de rezagos de petroleo. El movimiento fue hecho por un tornero con unos collares a modo de buje con un pedazo de tubbing de camisa.




Recordemos que el chasis tenía forma de trapecio, o sea que el larguero del lado quedaba con un ángulo, un poquito en diagonal, pero debía quedar perpendicular al frente. Cómo asegurarme? Tomando doscientas medidas y recalculando, diría la gallega, terminé punteando a ojo.





      
 Dándole el ángulo con el ojímetro y cuidando que no rocen las ruedas al girar el larguero!!

Medianamente la parte de atrás quedó lista. a continuación, me dedico a armar el pivot de adelante, que era tipo triciclo. Levantar el chasis para pasar las ruedas por abajo fue una lucha. Hago una mueca en el frente para que encaje el tubbing con el sistema de giro. lo soldé medianamente bien como para ya poder moverlo. Con mi hijo Elián decidimos sacarlo a la calle para girarlo dado que así quedaría más cómodo para seguir soldando. Cuando estaba a la altura de la vereda... oh!! Recorcholis!! (en realidad se puede traducir como rayos-truenos-centellas y muchas palabras desagradables) se desoldó el caño tubbing. Bahh, en realidad no se desoldó; nunca quedo bien soldado. La cuestión es que se cayó el trailer y ahora había que entrarlo como se pudiera. A pulso imposible, pesadísimo, lo tantié pero como para comprobar lo absurdo. Después de dar vueltas y ya de noche, pusimos el tablón a modo de autopista, el crigue carrito con rueditas corriendo por él soportando el frente del chasis y así lo pudimos regresar a su lugar original, claro después de correr el tablón tres veces, maniobra que implicaba apuntalar el chasis para que libere el tablón y volver a empezar. Todo bien, pero la jodita llevo como dos horas de hacer fuerza al mismísimo aire por la culata.


            Tablón y crique salvador. Casi fin de la estructura básica. Vista del movimiento con lanza incorporada en el frente.

A continuación surgió que ibamos a vivir unos días a la chacra de unos amigos a modo de cuidadores ya que viajaban de vacaciones a Europa. Como es un lugar donde funciona un taller-desarmadero de maquinaria agraria, y había lugar me llevé el chasis para allá y de paso probé como andaba en ruta. Un orgullo que anduviera.
Como Murphy no descansa, cuando la idea era seguir con el trailer en la chacra, llega un aviso de corte de luz por el mal estado del pilar. La cuenta era fácil, sin luz = sin soldadora. Unos cuantos días construyendo un pilar nuevo y adecuando la instalación de luz, metiendo mano a la trifásica con carnet de electricista bajado de internet.
Seguimos... Paso siguiente la cama para el quillote. Primera decisión era darle la altura, lo más bajo posible para bajar el centro de gravedad pero no tanto como para que no pueda circular por los lomos de burros urbanos, Esto lo aprendí de cuando hice el trailer del Bagual, mi primer velero, un trotter pandora. Siendo bajo para moverlo dentro del club andaba bárbaro. Cuando lo vendo el nuevo dueño se lo  llevó al Madryn, 500 km. previa cambio de la altura de la cama del quillote.
Retomando, altura del quillote 30 cm. desde el suelo. Distancia a lo largo? Que buena pregunta, y lo pongo  mas o menos por acá...



Presentando las camas

Bueno, las camas hechas y refrozadas con unos ángulos muy gruesos que saque del desarme de los chasis, estas fueron soldados en el encuentro entre el vertical y la cama horizontal. Uní las camas al chasis con bulones, ya que la idea era poder retirar las mismas en caso de querer trabajar bien por debajo del quillote (mmm....)
Una vez fijadas la camas, seguí con los parantes para adosar las lingas que le darían estabilidad al barco. Las lingas las compré en una casa de seguridad industrial, elegí las de mayor resistencia, 9 tn. 


Asi lucía orgulloso la larga labor.


martes, 5 de mayo de 2015

Arrancamos la restauración

De donde empezar... en diciembre de 2010 compré el barco. Compré es parte de la verdad ya que en realidad entregue el auto y dinero (verdes) lo cual hizo que viajara a buenos aires conduciendo el auto y volví timoneando el Lewta a Viedma. mil y un obstáculos para realizar el papeleo, pero como buen insistidor, al fin salió el trámite. Una vez acá, en Viedma, empecé a delinear lo que tendría que realizar como mantenimiento, cosas ya vistas y que estaban incluidas en el modesto precio de compra, mas la que se sumarían para adecuarlas a mi gusto.
Sería para escribir un tomo lo resumido arriba. cosa que debería compartir para que no creamos que todo viene regalado. ahh lo destacable del caso fue la navegación en solitario de MDQ a Viedma.
... entonces empecemos por el trailer